9ª clase Matemáticas
La clase de matemáticas de hoy ha sido un poco locura, pero debería ir acostumbrándome porque es lo que tiene tener 4 o 5 niveles. A los que están aprendiendo los números y a contar, les llevé muchos objetos pequeños de mi casa en grupos de varios para que los agruparan, los colocaran y dijeran cuántos eran (con etiquetitas). Puse a R de jefe, encargado de comprobar que sus compañeros habían contado bien y de que respetaban los turnos. En eso les dejé mientras le daba sumas a Sabah (el armarito estaba cerrado así que tuve que inventarmelas yo) y explicaba la multiplicación a D, R y J. D, R y J, como hombres adultos que son, no reconocen nunca que no saben algo, nunca tienen dudas y además, sin saberlo siquiera, compiten entre ellos. El resultado es que están demasiado ocupados para escucharme y al final no hacen lo que yo les pido. Ya les he reñido un par de veces pero no lo pueden evitar. Les pregunté si sabían multiplicar y, por supuesto, dijeron que sí. Les pregunté que cuá